miércoles, 17 de abril de 2013

¿Los nuevos contadores digitales ayudarán a ahorrar energía y dinero?

Articulo escrito y publicado en La Vanguardia por: Raquel Queralt.
Se trata de uno de los articulos más completos y con mejor información que hemos encontrado sobre el tema de los contadores digitales por lo que pensamos seguir lo que escriba sobre el tema esta periodista. 

Un operario leyendo la lectura de unos contadores (Getty Images)

En los últimos meses los consumidores con potencias contratadas inferiores a 15 kW han empezado a recibir una circular que informa de la necesidad de sustituir sus contadores por otros electrónicos que permitan la discriminación horaria de los consumos y la telegestión. El cambio se debe a una norma española aprobada en diciembre de 2007 y modificada el año pasado que fija como límite el 31 de diciembre de 2018 la sustitución completa de todo el parque de contadores. En total se cambiarán en España cerca de 28 millones de estos aparatos. 
Los nuevos contadores, llamados “inteligentes” o “smart meters”, permiten controlar el consumo real de manera remota. Pero, ¿tendrán algún efecto en la factura de la luz? Los expertos consultados coinciden en que el sistema puede favorecer el ahorro energético, pero cuestionan algunas de las funcionalidades que se les ha atribuido así como los efectos que pueden llegar a tener sobre la privacidad de los clientes. De hecho en otros países han surgido campañas ciudadanas críticas con los smart meters. 
La normativa europea aprobada responde a una directiva de la Unión Europea que recomienda el uso de este tipo de contadores para una mayor eficiencia energética. La mayoría de los smart meters que se están instalando en España utilizan el propio cable eléctrico para enviar mensajes de consumo y suministro (PLC, comunicaciones por onda portadora o Power Line Communications), la misma tecnología que hace diez años se quería utilizar para llevar internet a las casas a través de la electricidad. 

Las lecturas serán siempre reales 

Una de las grandes ventajas para los consumidores es que los contadores envían mensualmente o con la periodicidad que la compañía comercializadora establezca los datos del gasto real a un ordenador central. Por lo tanto, ya no hará falta que un operario se desplace a su vivienda o, en los casos en que el aparato se encuentra dentro de casa, el inquilino tenga que apuntar la lectura en un papel, llamar por teléfono o enviarla a través de internet. 
Oscar Sánchez Regueras, técnico de la División de la Gestión Energética del Institut Català de l’Energia, recuerda que “hasta ahora las lecturas estimadas y las facturas bimensuales han estado provocando muchas quejas”, tal como reconocen las organizaciones de consumidores. En principio los nuevos contadores están ideados para que el usuario tenga un mayor control sobre cuánta energía gasta. “Teóricamente a la larga podrá instalarse una aplicación que le indicará el consumo, con gráficos que podrá recibir en el móvil”, explica Ana Castelló, de la Organización de Consumidores y Usuarios de Catalunya (OCUC). Aunque el ingeniero y emprendedor del sector eléctrico Jorge Morales apunta en su blog que “el escaso precio fijado (por el Gobierno) no genera ningún incentivo para incorporar prestaciones adicionales”. 
Morales lamenta que se esté haciendo “un despliegue masivo de contadores” y que al final al cliente “no le vaya a ser de utilidad”. El motivo, según él, es que solo la distribuidora de la red dispondrá de la información que transmitan los aparatos, pero no las comercializadoras, que son la que venden la energía, por lo que “es imposible que estas puedan hacer una buena oferta”. En este sentido, Morales critica que los contadores sirvan básicamente “para que la distribuidora tenga un mayor control de lo que se está consumiendo”, y considera que deberían utilizarse para “que las tarifas fueran más flexibles”, es decir, que en cada hora “hubiera un precio diferente” dependiendo de lo que le cuesta a la compañía producir la electricidad, información de la que el usuario pudiera disponer en tiempo real. Esta tecnología sería muy beneficiosa, por ejemplo, para gestionar la climatización de edificios, la principal partida de gasto energético, según Morales. 

¿Cuánto costará el cambio? 

Pero, ¿se repercutirá a los clientes todo el coste que comporte la sustitución del antiguo contador por el nuevo? La respuesta es “no”, según el técnico Sánchez Regueras, y el motivo es que las empresas distribuidoras asumirán una parte del importe ya que también se beneficiarán de la nueva tecnología, “por ejemplo, ya no necesitarán que los operarios se desplacen a los domicilios de los clientes” para apuntar y comprobar las lecturas. Pero los usuarios también contribuirán a través de un ligero aumento del precio del alquiler de los contadores –de 0,54 euros a 0,81 euros al mes para los clientes domésticos sin discriminación horaria–. Se calcula que el coste del cambio a nivel estatal será de unos 4.000 millones de euros. 

Adaptar el consumo a la tarifa contratada 

Además de proporcionar lecturas automáticas, los contadores permitirán gestionar la potencia contratada de una forma más ágil. “Por un lado, sabremos cuál es la potencia máxima que consumimos, y por otro, podremos cambiarla con una llamada a la compañía distribuidora”, comenta Sánchez Regueras. Así pues, “ya no será necesario” que un instalador autorizado se desplace hasta el domicilio para cambiar el interruptor de control de potencia (ICP). Jorge Morales alerta de que el sistema también posibilitará a las eléctricas “regularizar” la potencia contratada e, incluso, a distancia, podrán dar de alta o de baja el servicio. 
Otra de las ventajas es que los nuevos medidores permiten la discriminación horaria con capacidad para gestionar seis periodos tarifarios. “La mayoría de los contadores que tenemos ahora no soportan esto”, aclara el técnico de l’Institut Català de l’Energia. Y prosigue: “¿Qué nos aportará? Que podremos saber cuánta energía estamos consumiendo, por ejemplo, en dos periodos tarifarios –diurno y nocturno-”, lo que permitirá saber de antemano si sale a cuenta un cambio de tarifa. En este caso el ahorro energético dependerá de que “desplacemos nuestros consumos a la noche –encender lavadoras, secadoras, entre otros electrodomésticos-”. 

Ventajas a medio y largo plazo 

Pero el problema es que todavía “no están establecidos los canales por donde llegará esta información al cliente”, añade Sánchez Reguera, “un factor importante para que sepa cuánta energía consume y cómo”. De hecho, algunos estudios señalan que el mero hecho de conocer la energía que uno gasta en tiempo real lleva inmediatamente a un ahorro. Y explica que una de las cosas que “más sorprende a los consumidores” es ver lo que cuesta energéticamente su vivienda cuando todo está apagado. El motivo es que “hay muchos stand-by (consumo en espera de diferentes aparatos electrónicos) que no podemos desconectar fácilmente -como hornos, vitrocerámicas, neveras con pantalla digital y aires acondicionados-. Una forma de hacerlo es tener, por ejemplo, un interruptor magnetotérmico para estos electrodomésticos en la entrada de casa y bajarlo cuando estén apagados. 
“Lo que nos puede permitir diagnosticar en qué gastamos energía es la información relativa al consumo y la franja horaria. Y conocerlo hace que podamos ahorrar en casa entre un 7 y un 15%”. No obstante, existen en el mercado contadores privados –a partir de unos 50 euros- que informan al usuario de cuánto consume en tiempo real. 

La controversia de los contadores inteligentes 

En internet proliferan varios blogs y webs que alertan de posibles efectos nocivos sobre la salud y la privacidad de los smart meters. De hecho en algunos países, como Estados Unidos, su instalación ha generado controversia entre algunas comunidades de vecinos. No obstante, las fuentes consultadas coinciden en que “no hay estudios concluyentes” al respecto. “El smart meter no supone una exposición elevada a radiaciones, pero se trata de una emisión crónica y habitual”, comenta el domoterapeuta Carlos Martínez Requejo, y asegura que “los riesgos para la salud son los mismos que los de la telefonía móvil o inalámbrica” y considera que “falta más investigación”. Mientras que el técnico Sánchez Regueras piensa que como los contadores que funcionan por PLC se comunican a través del propio cable eléctrico, esto indica que deben ser “menos perturbadores” en cuanto a la emisión de ondas electromagnéticas dentro del hogar. “No dejan de ser un equipo electrónico más, como un televisor”, apunta. 
Por su parte, el experto en Geobiología y Radiaciones del Hábitat, Joan Carles López, informa de que el transporte de datos por cableado eléctrico puede provocar “un ensuciamiento de la línea” - ruido eléctrico generado por la presencia de altas frecuencias en la red eléctrica alterna-, lo que se relaciona con problemas neurobiológicos, según algunos estudios, como los llevados a cabo por la investigadora Magda Havas. Para evitarlo recomienda prevenir con la instalación de filtros electivos de altas frecuencias y apantallado de microondas. Por su parte, el domoterapeuta Martínez Requejo aboga por la Red Ethernet, con apantallado electromagnético (malla de cobre externa), con lo cual se evitan pérdidas de datos, interferencias y radiaciones indeseadas. 
En el caso de los consumos contratados superiores a 15 kW, el sistema de transmisión de datos más utilizado es el GSM/GPRS –basado en comunicaciones móviles-. El aparato funciona, según explica Sánchez Regueras, en una antena situada en el contador con un número de móvil asignado que se comunica una vez al mes con el receptor de móvil más cercano, al que envía la información de consumo. “La cantidad de emisión equivaldría a un móvil que solo hace una llamada al mes”, afirma. 
Joan Carles López asegura que los nuevos contadores son capaces de detectar “cualquier fuga” que se produzca en la red, lo cual considera “beneficioso” en cuanto a contaminación electromagnética ya que la gente tenderá a desconectar los aparatos que no utiliza para evitar que se incremente el consumo. Pero avisa de que el sistema permitirá a la compañía conocer si un sitio se encuentra deshabitado. En este sentido el técnico de l’Institut Català de l’Energia asegura que el contador “tiene capacidad para medir la energía total de la vivienda” y no de un determinado enchufe, aunque sí puede saber la franja horaria en que se consume más o menos electricidad. Respecto a la posibilidad de que alguien ajeno a la compañía distribuidora pueda acceder a la información del sistema, Sánchez Regueras comenta que existen “unos protocolos de seguridad” –como la encriptación- que lo imposibilitan. 
A pesar de que legalmente todavía hay de margen casi cinco años para hacer el cambio de contador, la mayoría de las compañías eléctricas del país han anunciado su compromiso de acabar la instalación de los aparatos en el 2015. Los expertos apuntan que, además de la luz, este tipo de sistema de medida puede acabar aplicándose a otros suministros, como el gas y el agua.

1 comentario:

  1. Existen diferentes contadores digitales que te pueden ayudar ahorrar energía y dinero eligetuenergia.com

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