sábado, 15 de febrero de 2014

La luz cuesta ya un 64% más en Burgos que en Kentucky


El Gobierno pone como ejemplo 
del disparate energético al grupo Antolín 

La multinacional paga menos por la luz 
en una planta de EEUU 
que en la de su propia sede 

Fotografía de: Santí Otero EFE.

Este tipo de industrias medianas son las preferidas ahora por el Poder «Me ha dicho Soraya que los del Ibex no sois la economía real, la decisiva para sacar España de la crisis. Tiene en parte razón, pero no es buena la actual pérdida de diálogo del Gobierno con los bancos y las principales empresas de este país», afirma el presidente de una empresa del Ibex que pide el lógico anonimato. «La mayoría del Ibex son bancos o empresas que tienen negocio que depende de la regulación, ellos pueden hacer más sacrificios que otros». replican en el Gobierno, que se fija este objetivo oficial: «Desbancarizar» el país, disminuir el poder de las eléctricas y apoyar a industrias exportadoras de tamaño medio. 

El ministro de Economía, Luis de Guindos, tiene mandato para facilitar que las empresas recurran cada vez menos a la banca para financiarse; y el de Industria, José Manuel Soria, ha vuelto a obtener respaldo de Rajoy en su nuevo varapalo a las eléctricas, esta vez las renovables. El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, simboliza el golpe. La última orden ministerial rejonea en 200 millones el beneficio del grupo y sus acciones cotizan a niveles de 2004 cuando heredó la presidencia de su padre. 

A eso hay que unir el inminente nuevo mecanismo de cálculo de tarifas en España e iniciativas contra «el oligopolio» que es como aún ven en el Gobierno y en la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC), al sector energético. 

En cambio, gustan en el poder empresas como el grupo Antolín «que no está en lobbies de los del Ibex». Esta industria burgalesa es el primer exportador mundial de revestimientos de techos de automóviles con un 25% del mercado de EEUU. Da empleo a 14.000 personas en el mundo, un 20% de ellas en España. ¿Y qué necesita Antolín? Entre otras cosas, según el Gobierno, abaratar su factura de la energía para que puedan competir con sus rivales en el exterior. El discreto presidente del grupo, José Antolín, no comenta, pero el Ministerio conoce la diferencia del coste de la energía entre su fábrica en Kentucky y la de Burgos en lo que constituye uno de los disparates del momento. En aquel estado de EEUU -cuya renta per cápita es similar a la de España por ser de los más pobres del país- el coste de la luz en la fábrica de Antolín es de apenas 0,054 céntimos por kilovatio hora, mientras que en la de Burgos, es de 0,089, ¡un 64% más! En la fábrica de Francia es más asequible en un 10%. 

Si no se abaratan otros costes como el de la luz, la alternativa es ofrecer salarios mucho más bajos que en Kentucky y entonces no repuntará el consumo en España y proliferarán movimientos como el de Gamonal donde, por cierto, viven empleados de Antolín. 

Los expertos sostienen que justo entre Burgos y el País Vasco existe una importante bolsa potencial para extraer gas no convencional, el combustible de moda, junto a una política más favorable a la reindustrialización, está siendo decisivo para que EEUU esté abaratando tanto su factura energética. La UE, incluida España, se resiste por ahora a abordar esa carrera con fundadas dudas medioambientales, pero el resultado de la factura es el que es, y eso que para Antolín el drama es menor que para empresas más intensivas en uso de energía, como Arcelor Mittal, según advierte su presidente Lakshmi Mittal. El economista del grupo europeo de estrategia climática, Michael Grubb, asegura en cambio a Financial Times que «es un mito que la competitividad europea la determina el coste de la energía». 

El presidente de Unesa, Eduardo Montes, repite que se puede y debe abaratar la luz, pero retirando del recibo los 50.000 millones que llevan pagando los consumidores por las energías renovables. La factura incluye también los 6.000 millones incluidos intereses que está costando ya a los consumidores la moratoria nuclear de Felipe González de 1995. La CNMC dice en su último informe que aún quedan pendientes 250 millones más para compensar a, sobre todo, Iberdrola y Endesa por aquel cierre obligado de Lemóniz, Valdecaballeros y Trillo II. 

Si todo ello y más se quita del recibo, lo tendrían que pagar en vez de los consumidores, los contribuyentes. Soria no deja de subir la luz, pero intenta al tiempo sablear al sector jugándose que éste deje de invertir. «Es como si el Gobierno estuviera en guerra», se desahoga en privado un directivo de Acciona. En Unesa critican que creando más empleo les tratan peor que al sector de automoción. «Las eléctricas han financiado su expansión exterior con el recibo español», replican en el poder. Mientras, en Burgos, más caro que en Kentucky.

Escrito por: Carlos Segovia y publicado en: El Mundo
 

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