Es evidente que la energía es esencial para nuestra vida diaria. Sin ella no tendríamos luz ni calor, no podríamos preparar ni conservar nuestros alimentos, ni podríamos desplazarnos a nuestros lugares de trabajo, colegios, casas de amigos, destinos de vacaciones, ... Nuestro país ha crecido y continúa creciendo, y ello requiere cada día de más energía.
El problema es que, a día de hoy y hasta que se haga una clara apuesta por las fuentes de energía limpia (solar, eólica, geotérmica, maremotriz, …), el 80%* de la energía que consumimos en España proviene de los combustibles fósiles (carbón, gas natural, petróleo, …) altamente contaminantes, y responsables de la mala calidad del aire y del cambio climático que estamos sufriendo.
Por ello, maximizar la eficiencia y evitar derroches resulta fundamental. Sigue estas recomendaciones:
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